Viaje y charla
Al final, conseguí un buen proveedor. Y la idiota de mi perra está especialmente molesta, parece que la mirada de Hans a través de los barrotes, mirándola con ojos libidinosos, la pone nerviosa.Así que huyamos.
No sé quien es el tipo este que tengo adelante hablando. Se viste raro, se peina raro, parece que este viaje me llevó para adelante, porque no reconozco nada de nada. El asiento es cómodo, el olor es rico, y el tipo habla lindo, así que escuchemos.
"...allá lejos y hace tiempo, en el medio de pueblos politeístas, surgió uno que retomó una manía: la existencia de un solo dios. Aunque a ustedes les cueste creerlo, varias civilizaciones primitivas creían esta tontería que tanta sangre costó al mundo.
Dije "retomó", y no por casualidad. En realidad, esa monomanía la tuvo primero un tipo egipcio, un tal "Akenatón" -"adorador de Atón", antes conocido como Amenofis IV-, faraón para más datos. Quizás le haya robado la idea a alguien anterior, pero hasta acá es lo que sabemos.
Como en el Egipto de aquellos tiempos los grandes templos representaban polos de poder casi tan poderosos como el faraón mismo -eso de las iglesias dando ordenes a los reyes no fue un invento de los católicos, precisamente-, al tipo ese se le ocurrió por decreto volar por los aires a todos los dioses y venerar a uno solo: Atón, el disco solar, que no es lo mismo que decir "el sol", sino más bien "la esencia de la luz" idea que sedujo a unos que estaban trabajando en Egipto, descendientes de un inmigrante babilónico, un tal Abraham, que terminaron en Egipto dadas las serias dificultades económicas que tenían en los tiempos de un tal José, nombre poco original ahora, pero originalísimo en aquellos tiempos. Ese tal José tenía la costumbre de hablar de vacas flacas y vacas gordas, lo que hace que algunos lo consideren en fundador de la dietología.
Al Akenatón ese no le fue muy bien. Su capital, Aketaton, su mujer Nefertiti y lo poco que quedó no solamente fueron borrados de un plumazo (era costumbre borrar de los registros las cosas "malditas"), sino que encima le metieron encima piedras, cascotes y nuevos templos de muchos dioses, por supuesto.
Un tiempito después, Ramsés II construyó su propia ciudad, Pi-Ramsés, de donde salió un tipo medio enojado, diciendo que "dios hay uno solo", idea que a los egipcios no les hacía ninguna gracia. Ya estaban olvidándose el Akenatón y su monomanía, y ahora les apareció el tipo este a molestar de nuevo, así que parece que lo echaron o se fue solo con sus seguidores, y anduvo paseando por el desierto hasta encontrar donde poner su casa (por supuesto, el dios del tipo ese era un humorista, y no lo dejó llegar).
Y así Don Moisés (nombre egipcio si los hay) jodía con que becerros de oro no, que leyes si, pero de a 10, y después deja unas leyes -esa cosa "mosaica" que es increíblemente idéntica a las enseñanzas de un tal Ptah-Hothep de "apenas" 5 o 6 siglos antes...- y que dios hay uno solo, y encima es celoso, y los demás dioses no existen, o se tienen que ir y todo eso.
Medio intolerante el tipo ese, que quieren que les diga.
O sea que el tipo encontró la mejor manera de llevarse mal con todos sus vecinos, gente simple a la que no le gustaba que les trataran mal a sus dioses, que además cuando se mudaban de un país a otro llevaban alegremente sus templos y sus cosas, lo que fue, por parte del Moisés ese, algo así como crear una Comunidad Europea, cerrada a todos los que fueran distintos. Todo un precursor el hombre.
Hoy ya sabemos que el monoteísmo es una mala costumbre, con pretensiones de exclusividad, provocador de malestar y guerras en nombre de un "dios que todo lo puede y todo lo pide".
Para la gente de esa época, un dios que no bailaba como Dionisos, (que era un tipo realmente divertido), ni tenía estatuas (tan lindas que son) y encima ni nombre tenía, no solamente era una idea incomprensible, sino bastante insultante, y así es que empezaron los garrotazos.
Dicen que los primeros "pogroms" son los de Alejandría, allá por el año -100, deporte que los griegos y los egipcios practicaron bastante tiempo, después se lo enseñaron a los romanos, y encima con el tiempo terminaron apareciendo 2 grupos más con mas o menos la misma manía, y creencia en el mismo dios, pero distinto, y para colmo enojado con los que creen en ese mismo dios, pero de otra manera: cristianos y mahometanos.
Y ahí tenemos las 3 patas de la misma intolerancia religiosa, curiosamente todas con la misma raíz, creyendo básicamente en el mismo dios único e indivisible (pero qué bien se las arregla para fomentar divisiones), y dándose palos por siglos para imponer su derecho a ser "los elegidos por dios".
Tampoco deja de ser hasta (patéticamente) gracioso el hecho de que todos esos grupos tienen la misma raíz racial, lo que hace pensar en que no es más que una pelea de hermanos que se disputan el amor y la exclusividad de su padre (celestial, en este caso).
Evidentemente, cada uno de estos grupos educó a sus descendientes puntillosamente en el odio a los vecinos, sabiendo que cuanto más parecido a mi es mi vecino, más peligroso es. Y no hay mejor educación para los niños que la que incluye unos buenos odios hereditarios.
De ahí en más, toda la historia de Occidente y su relación con Medio Oriente está salpicada de batallas, persecuciones, pogroms, genocidios y toda la parafernalia posible en nombre de la cruz, la estrella davidiana y la media luna, aunque se mezclara con simples intereses económicos y territoriales, o simple y llano odio racial.
Si me pusiera en Nietzscheano, andaría por ahí diciendo que la Naturaleza es sabia, y puso en cada grupo una semilla de odio para que se vayan eliminando mutuamente hasta que se dejen de joder.
Fueron pueblos que educaron a sus hijos desde chiquitos, enseñándoles que el amor al prójimo solo es válido si ese prójimo cree las mismas cosas que yo, y si piensa distinto… al asador.
Por suerte, el ser humano evolucionó y descubrió que la paz solo es posible en la diversidad..."
Interesante el tipo este, pero sigo sin entender muy bien de qué habla, así que me parece que mejor me vuelvo con Hans y mi perra vegetariana, que a ellos si que los entiendo.
Mañana, se verá.