07 noviembre 2005

Como convertir a tu hombre en un precioso felpudito

Mis queridas amigas, siguiendo con esta columna dedicada a la mujer, hoy trataremos un tema candente: ¿qué hago con el tipo?

Como no vamos a andar generalizando, dividiremos las aguas cual Moisés guiando a su pueblo (que de eso se trata, creo) diferenciando momentos, edades y esas cosas tan, pero tan útiles.

1-Lo primero es la confusión

Los hombres somos muy, pero muy ingenuos, mi querida amiga. Es por eso que tendemos a creer todo lo que nos dicen, especialmente si viene del lado de unos dulces labios femeninos.

"Es cierto, las mujeres son todas unas yeguas, yo soy distinta", es una excelente frase. El pobre tipo, se sentirá protegido y feliz. ¡Por fin una que lo comprende!. Desgraciadamente a veces las mujeres exageran con ese recurso, pero los hombrecitos seguimos cayendo.

Por supuesto, "todas son iguales" es una excelente frase para diferenciarte. O mejor dicho, para lograr el objetivo: confundir.

Nunca faltará la feminista retrógrada que dirá "pero en realidad, no somos todas iguales". Lo que no deja de ser un buen aporte. Nada confunde más que no saber si son todas iguales, distintas, o qué.

2- Lo segundo, el dominio territorial

Poco a poco, las mujeres aprenden a hacer como los perritos, pero más disimuladamente. Como andar meando rinconcitos del departamento del candidato es, por lo menos, desprolijo, la cosa pasa por dejar "señales": un cepillo de dientes, una bombachita, la caja de tampones en la mesa de luz. Todo para que queden bien claros los límites. O mas bien, para que el los pierda.

Por supuesto, si el departamento es tuyo, y el ganso deja olvidados un par de medias, hay que devolverselos inmediatamente, con la frase "no me gusta que invadan mi intimidad". Algo asi como "lo que es tuyo es mio, y lo que es mío...es mío", que poco a poco socavará la identidad del machito.

3- "No tan iguales, ni siquiera a nosotras mismas"

No hay nada que maree más que pensar que lo verde es verde, cuando a veces es capaz de ser violeta. O sea: NUNCA mantengas una misma opinión, mi querida amiga. A los hombres nos gusta creernos coherentes, y la posibilidad de que quien nos acompaña cambie a cada paso de opinión... es temible.

O sea: si hoy decís que te gustan los zapallitos saltados con salsa de soja, cuando él amorosamente te los prepare, nunca dejes de mencionarle que tu comida favorita es el asado con fritas. Y si te invita a un asado... ¿no sabe que la carne te hace mal?.

Este punto, es ideal para ser sostenido durante el matrimonio: si el tipo tiene departamento, "no hay como las casas con jardincito", y si es eso lo que tiene, "los departamentos son tan cómodos...".

Esto lo puedes aplicar con ideas polìticas, religiosas o filatélicas.

4- Con el tiempo, hazlo renunciar

Durante el noviazgo recuerda: nada disfrutás más que apoyar la cabeza en su hombro mientras el tipo mira el torneo de payana por ESPN. Si sale a jugar al futbol con sus amigos, alentalo: "es bueno que te cuides la salud y hagas deportes, amorcito". Su madre es una persona maravillosa, y si el coso ese trabaja 28 horas diarias "es un tipo bárbaro, tan trabajador".

Por supuesto, una vez casada, minga de ver la final del mundial, que a esa hora justo justo invitaste a la tia Enriqueta a cenar, ni en pedo te puede dejar sola para irse con los amigotes a correr atras de una pelotita, la madre esabrujainsoportable mejor que ni aporte, y nada de ser un turro abandónico que trabaja mucho como excusa para no estar con vos.

Tengo docenas de consejillos para darte, mi querida amiga, pero pienso que con esto, tienes con qué empezar. Recuerda: las mujeres se enamoran de los hombres por las mismas, exactas razones por las que se divorciarán.

Que te diviertas, me voy a planchar la ropa.

4 Comments:

At 8:50 p. m., Anonymous Anónimo said...

Intuyo... (digo "intuyo" dado que soy mujer, si fuera hombre, diría "deduzco") un extraordinario conocimiento de la naturaleza femenina en sus consejos. Fundamentalmente en lo expresado como conclusión. Mi experiencia personal avala la misma, me he enamorado tantas veces como he divorciado...y... qué quiere que le diga? Adoro enamorarme!!!! Soy mujer!!!! Me deleité leyéndolo...

 
At 8:52 p. m., Anonymous Anónimo said...

Intuyo... (digo "intuyo" dado que soy mujer, si fuera hombre, diría "deduzco") un extraordinario conocimiento de la naturaleza femenina en sus consejos. Fundamentalmente en lo expresado como conclusión. Mi experiencia personal avala la misma, me he enamorado tantas veces como he divorciado...y... qué quiere que le diga? Adoro enamorarme!!!! Soy mujer!!!! Me deleité leyéndolo...

 
At 3:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

yo soy hombre . y no entiendo????????
la parte izquierda del cerebro me lo "prohibe"

 
At 8:05 p. m., Anonymous Anónimo said...

cielo,algunas veces las unicas que tienen comprension y eso qe yamas madurez emocional..somos nosotras y la verdad estoy arta.ni comprension ni madurez me sirven, prefiero tener 40divorcios hasta encontrar a alguien que de verdad valga la pena que yo este a su lado.

 

Publicar un comentario

<< Home